Gran final

Ayer, se celebró la final de "Gran Hermano", no es un concurso que me guste especialmente, pero si tengo que decir a su favor que enseña mucho de la actitud humana en distintas circustancias y así mismo muestra los diferentes tipos de personas que existen y en lo que puede llegar a convertirse una persona para ganar unos cuantos millones.

Se demostró durante todo el concurso y ayer en la final,que la autenticidad, el ir de frente,de un hombre, ha ganado a la manipulacion, la soberbia, el egocentrismo, el machismo, el victimismo, la estrategia, la infantilidad, la falsedad...y así podría seguir con muchos más cualificativos que ha cualificado a los concursantes de este gran hermano.

Mi favorito, por supuesto, era y es Angel, porque es la demostración de que existe gente buena y con su propia personalidad.

Hobbes llegó a decir:”El hombre es un lobo para el hombre, que vive en una guerra de todos contra todos”,

¿Donde está el bien y dónde está el mal?

El bien sería aquello que la sociedad considera moral, digno de imitación. El mal tiene un significado opuesto.
¿Sienta esta primera decisión las bases de nuestra conducta egoísta o altruista?
Ya sea en forma de envidia, rivalidad, alegría por el mal ajeno o violencia.
¿Es ciertamente el mal esa fuerza oscura que determina nuestras vidas?
¿Estamos genéticamente programados para ser egoístas?
¿Es cierto que no merece la pena ser bueno por el miedo de ser tachado de tonto?

Hay decisiones que marcan nuestras vidas. Un acto aparentemente insignificante en un momento de la infancia puede determinar nuestra conducta para el resto de nuestra vida.

Todos los seres humanos tienen la capacidad de razonar en cada momento, si algo es bueno o malo moralmente, por lo tanto la capacidad de distinguir entre el bien y el mal es innata, como el resto de cualidades de la razón.

Hoy en día el bien y el mal persisten inmóviles como formas mentales, conceptos, leyes impuestas por los poderes públicos para controlar los cambios. ¿Pero que tiene el bien y el mal que tan poderosamente han estado dogmas en las religiones y en las leyes durante milenios provocando sufrimientos en el ser humano?

Una realidad escondida en el desván de nuestra memoria

El olvido, en suma, es la fuerza viva de la memoria y el recuerdo es el producto de ésta.

Los recuerdos de infancia se asemejan a recuerdos-imágenes: la cotidianidad de nuestra existencia, paisajes o rostros desaparecidos que encontramos también, aveces, fugitivamente, en nuestros sueños, detalles incongruentes, sorprendentes por su aparente insignificancia.

Partir en busca del recuerdo más antiguo es una experiencia extraña y decepcionante, pues es extraño que nos conformemos con dejar que acudan las imagenes por si solas, sin intentar ponerlas una fecha, situarlas, relacionarlas, en definitiva, convertirlo en un relato.

El olvido es necesario para la sociedad y el individuo, uno mismo. Hay que saber olvidar para saborear el gusto del presente, del instante y de la espera, pero la propia memoria necesita también del olvido: hay que olvidar el pasado reciente para recobrar el pasado remoto.

Sin embargo al intentar recordar algo, por muy solitario que sea el recorrido estará perseguido bajo la formade lamento o de nostalgia; una persona manifiesta a veces la necesidad de recapitular su existencia, de explicar su vida, de darle coherencia.

Al fin y al cabo el pasado ha ido formando poco a poco nuestro presente, y con las decisiones del presente vamos llegando poco a poco al futuro.

Pero si tengo que recordar el pasado, lo recuerdo con muy buen sabor de boca ya que todo lo que pasa es por algo, hay que quedarse con los momentos buenos, porque sinceramente el rencor me da asco y pienso que no sirve para nada, y de todo se aprende a base de palos y buenas experiencias.